Así comenzó Kush a caminar por el filo. Esta Julieta, en vez de esperar a Romeo en su ventana... saltó y se fue a recorrer los techos hasta encontrarlo.
Se fue varios días y sus respectivas noches, de pasión y regocijo, los cielos temblaban y derramaban granizo para enfriarla...
Hasta que volvió con la seca a la agüada.
Meses después, fuimos tíos.
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